La economía española experimentó un crecimiento del 2,5% en el último trimestre, superando las expectativas de los analistas. Este aumento se atribuye principalmente al sector de la construcción, que ha mostrado una recuperación significativa después de varios años de estancamiento.
El turismo ha sido otro factor clave en este crecimiento, con un aumento del 3% en el número de visitantes internacionales. Esta cifra representa un récord histórico para España y ha impulsado el sector de servicios, generando empleo y aumentando el consumo interno.
Por otro lado, el sector industrial ha experimentado un ligero descenso del 0,5%, debido en parte a la incertidumbre económica global y a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. A pesar de este retroceso, se espera que la industria se recupere en los próximos trimestres, impulsada por la demanda interna y las inversiones en innovación y tecnología.
En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo ha disminuido al 12,5%, el nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008. Esta mejora se debe en parte a la creación de empleo en sectores como el turismo, la construcción y la tecnología, así como a las reformas estructurales implementadas por el gobierno.
En resumen, la economía española muestra signos de recuperación y crecimiento sostenido, impulsada por el turismo, la construcción y la mejora del mercado laboral. A pesar de los desafíos económicos globales, España se posiciona como una de las economías más dinámicas de Europa, con perspectivas positivas para el futuro.
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