La economía española experimentó un crecimiento del 2,5% en el último trimestre, superando las expectativas de los analistas. Este aumento se vio impulsado por el sector de la construcción, que creció un 3,2% gracias a la demanda interna y a la mejora de las condiciones financieras. Por otro lado, el sector de servicios también tuvo un buen desempeño, con un crecimiento del 2,8%.
En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo se redujo al 13,5%, la cifra más baja desde el inicio de la crisis económica. Además, el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 75.000 personas, reflejando una mayor creación de empleo.
Estos datos positivos reflejan una recuperación sólida de la economía española, que se espera que continúe en los próximos trimestres. Sin embargo, persisten algunos desafíos, como la incertidumbre en los mercados internacionales y la necesidad de abordar la deuda pública, que sigue siendo elevada.
En resumen, la economía española muestra signos de fortaleza y crecimiento, pero es importante seguir trabajando en la consolidación de esta tendencia positiva para garantizar un desarrollo sostenible a largo plazo.
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